Hay personas que han batido récords importantes en el mundo, pero de estúpidas como ésta no se conocía su existencia.
Sheyla Hershey, una brasileña de 30 años que reside en Texas, Estados Unidos, se quiso operar otra vez para aumentar el tamaño de sus ya grandísimos pechos. Pero algo salió mal y quedó en crítico estado de salud, según informó su representante desde su sitio web.
Esta chica quería seguir rompiendo el récord mundial de tamaño de busto -a pesar de que ya lo tenía- y esta vez buscaba superar los 3,5 kilos por pecho. Pasó por el quirófano más de 30 veces en los últimos años, no sólo para colocarse implantes de silicona sino para hacerse algunos retoques en la nariz, labios y nalgas. El diario español 'El Mundo' informó que Hershey se gastó alrededor de 60.000 dólares.
El mes pasado viajó a Brasil para operarse, ya que en Houston no quisieron hacerlo por algunos impedimentos legales, y tuvo una infección que le afectó ambos pechos. "Tuve mucha fiebre y dolor. No podía respirar normalmente. Fue terrible", contó a la cadena de televisión estadounidense Fox News.
Los cirujanos, al ver lo que le estaba sucediendo, quisieron retirarle totalmente los implantes pero ella no aceptó; hasta que recapacitó cuando se dio cuenta que sufría el riesgo de que las bacterias llegaran a la sangre y amenazaran su vida.
Después de tantos años persiguiendo un único objetivo, los cirujanos le dieron apenas un 80 % de posibilidades de conservar ambos pechos.
JUEZA NO QUIERE CASAR A GAYS
La magistrada Marta Covella señaló que no lo hará aunque le cueste el puesto. “Una relación entre homosexuales es mala”, remarcó.
Una jueza argentina manifestó hoy que se negaría a casar a una pareja de homosexuales si se le presenta el caso “por una cuestión de principios cristianos” y expresó su rechazo a la ley aprobada por el Parlamento, que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo.
“No los voy a casar. Por lo que aprendí, sé lo que Dios piensa: Dios ama a toda la gente pero no aprueba las cosas malas que hace la gente. Y una relación entre homosexuales es mala”, argumentó Marta Covella, jueza de paz de General Pico, provincia de La Pampa, en Buenos Aires.
“Por una cuestión de principios cristianos, no puedo hacerlo. En la Biblia, Dios no aprueba esa forma de vivir”, sostuvo la titular del único juzgado que tiene su ciudad. “La Biblia me enseña que primero tengo que obedecer la ley de Dios, y después la ley de los hombres”, explicó.
En caso de que le toque tener que celebrar una boda de estas características, la magistrada aclaró que delegará la tarea a su suplente, Marcelo García Mossman. “Para Dios los grises no existen: es blanco o es negro. Y esto es negro”, aseguró Covella, quien consideró que “como Dios no lo aprueba” ella no “debe” hacerlo, “cueste lo que cueste”.
“Hay gente que me va a condenar, pero no me importa porque lo que no quiero es que me condene Dios. Cuando me muera viviré una vida que no terminará nunca, es la vida eterna que Dios me promete”, contó.
LE HARÁN UNA LIPOSUCCIÓN PARA PODER METERLO ADENTRO DEL ATAÚD
Los familiares se declararon incapaces de afrontar el costo de un féretro gigante reforzado. Otros piden cortarlo en partes.
Incapaces de afrontar los costos de un enorme ataúd reforzado con el cual enterrarlo, los familiares de Cristian Capatanescu, el hombre más gordo de Rumania, pidieron a los cirujanos realizarle una liposucción al cadáver para ver si entra en un sarcófago regular.
La esposa de Capatanescu aseguró a los medios que su idea sería realizarle dos funerales: uno tradicional para el cuerpo que será enterrado, otro para las partes que le quitarían por medio de la cirugía y luego serían cremadas.
Sin embargo, de acuerdo al sitio de noticias Croatiantimes, ahora algunos familiares proponen directamente cortar el cuerpo en partes y tratar de meterlo en un féretro de tamaño normal.
Capatanescu, de 54 años y que rondaba los 400 kilos, murió en el hospital de Bucarest de una falla masiva de órganos mientras esperaba por una operación de reducción de estómago (conocido como cinturón gástrico) que lo ayudara a bajar de peso.
CUADRO CON HORMIGAS
El pintor Chris Trueman, de Claremont, California, ha creado un cuadro único utilizando más de 200.000 hormigas muertas en lugar de pintura.
El cuadro es llamado "Autorretrato con un arma" quien en realidad es su hermano menor, vestido como un vaquero, sosteniendo el rifle de su padre. De lejos esta obra de arte inusual se parece más a una vieja foto amarillenta, pero cuando te acercas, te das cuenta de que realmente algo totalmente diferente, una pintura hecha de hormigas.
Para el artista, completar su obra maestra no fue una tarea sencilla, sobre todo porque odiaba matar a las criaturas que él percibe como "justo en la línea de lo que considero la vida inteligente." Cuando empezó el proyecto, decidió conseguir el mismo hormigas, pero las hormigas en San Francisco, donde vivía en ese momento, eran demasiado pequeñas. Así que se decidió comprarlas online, a un tipo que las cría y las vende como alimento para los lagartos.
Primero ordenó sólo 1.000 hormigas, porque no sabía exactamente cuantas iba a necesitar, pero luego empezó a pedir hasta 40.000. Vinieron en frascos de mantequilla de maní, y viéndolas a todas moverse, era difícil para Chris tomar una decisión. No podía ponerlas en libertad, porque no eran nativas de esa zona, y podrían empezar a morder a la gente. Así que decidió matar él mismo a las hormigas. No fue fácil, e incluso tuvo que tomar un año de descanso, pero decidió completar su obra maestra de hormigas, porque no quería que el primer lote de ellas hayan muerto en vano.
Algunas de las hormigas se secaron y quedaron despedazadas, por lo que Chris las utilizó en las partes grandes de la pintura, donde los detalles no eran importantes, y guardó a las hormigas de tamaño completo para las zonas más detalladas.
La pintura de hormigas de Chris Trueman está en exhibición en una galería de arte en San Diego, y tiene un precio de 35.000 dólares.
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